LAS AVES Y LOS HOMBRES
Gracias a su metabolismo, su gran capacidad de adaptación y su forma de movilizarse, las aves se cuentan entre los seres vivos más exitosos en la historia de la evolución. Sin embargo, debido a la acción antrópica, las aves pierden cada día una parte significativa de sus hábitats. Bosques y valles con vegetación natural son transformados en centros poblados, campos agrícolas o zonas de uso industrial, empujando a las aves a buscar alimento entre los cultivos y anidar en los tejados o almacenes construidos por el hombre, convirtiéndose a menudo en plagas que afectan a la productividad de las empresas.

Durante siglos, el hombre ha tratado de espantar a las aves de sus cultivos y los tejados de sus casas, con métodos clásicos como el espantapájaros o modernos como el ultrasonido; sin embargo, las aves, una vez que comprenden que estos no representan ningún peligro, regresan incluso en mayor número. Es por esta razón que los métodos naturales –aquellos que usan la sabiduría de la propia naturaleza– son considerados los de mejor resultado, así como los menos intrusivos y amigables con el medio ambiente.